viernes, 27 de febrero de 2009

La bodega en casa



No hay que ser un experto enólogo para cumplir el sueño de la bodega propia. Este espacio, antes reservado sólo para coleccionistas impecables, hoy es apto para todo público sin distinción de género. Con las pautas y claves correctas todos podemos disfrutar de un buen vino. Aquí, algunos consejos para concretar el sueño de la bodega en casa.

El lugar
Si de vinos se trata, uno de los ítems más importantes es el lugar donde se ubicará la cava. Los expertos recomiendan conservar los vinos en un espacio fresco, con la menor luz posible, ventilados y sin vibraciones.

La posición de la botella
La posición en que colocaremos la botella no es aleatoria. Debe permitir el contacto constante del vino con el corcho para que permanezca húmedo e hinchado impidiendo la entrada de oxígeno. La botellas, entonces, deben colocarse inclinadas ligeramente hacia abajo con un apoyo sólido que las sostenga.

Sobre temperatura y humedades
La cava debe ser un lugar de temperatura constante, entre los 15 y los 18 grados para los tintos y entre 5 y 10 grados para los blancos. Hay que evitar las cercanías con hornos, chimeneas o paredes con cañerías de calefacción. Por otro lado, la misma ley de constantes rige para la humedad: los ambientes muy secos o con exceso de humedades pueden causar deterioro en los corchos.

Materiales y entorno
Aunque existen muebles especiales para guardar vinos, a la hora de elegir se recomiendan aquellos de maderas no perfumadas, como la de álamo o paraíso, con estantes de 1,5 pulgadas de ancho como mínimo. El mobiliario ideal para una cava suele pensarse en materiales cálidos, ya sea una pequeña mesa con sillas o en forma de barra con banquetas, que permitan disfrutar en silencio y con tranquilidad cada copa.

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