Para esta ancestral ciencia china a nuestro alrededor existen líneas de energía positiva y negativa y por ello debemos cuidar y organizar el espacio de manera tal que podamos fortalecer las influencias positivas. En esta nota, algunas pautas para saber si tu dormitorio tiene buen Feng Shui.
El dormitorio perfecto
Según el Feng Shui, la cama es el mueble que debe gobernar el dormitorio. A la hora de ubicar el cabecero hay que tener en cuenta que lo que veamos desde la cama será lo último y lo primero que retengamos en nuestra retina. De esta manera, cuanto más caótica sea nuestra imagen menor va a ser la calidad del descanso. Hay que evitar que la cama de a un baño o a un pasillo abierto porque transmitirá sensaciones de desprotección.
Positivo y negativo
La televisión y los espejos a la vista son elementos que hay que evitar porque dificultan el sueño y favorecen el insomnio. En cambio, los sillones y sillas para leer dentro del dormitorio son compatibles con el espacio porque continúan con la idea de descanso y de comodidad.
Ropa de cama
Las rayas y los estampados fuertes en las sábanas y el edredón son elementos desestabilizadores. El Feng Shui recomienda elegir tonos suaves y planos que nos den abrigo visual.
Hasta los bordes
A la hora de elegir los muebles que van a acompañar el dormitorio, ya sea un placard, mesa de luz o cómoda hay que saltear aquellos que tengan bordes excesivamente puntiagudos porque enturbian la armonía decorativa. Diseños simples y redondeados, aconseja esta cultura ancestral.
Objetos positivos
Todos los objetos que se encuentren en nuestro dormitorio deben estar conectados con buenos recuerdos si queremos que desprendan energía positiva. Un error sería coleccionar recordatorios de asuntos pendientes o bien elementos de nuestra vida laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si van a dejar un comentario, les agradezco de antemano desde acá. Saludos.