lunes, 13 de diciembre de 2010

Estilo loft


Proveniente de la Nueva York de los años ’70, este estilo arquitectónico moderno de espacios amplios, luminosos y despojados fue evolucionando en una opción decorativa, sumando elementos de otros estilos y adecuándose a ambientes de menor tamaño. La elección por el estilo loft puede resultar una gran idea para ampliar la visión de los espacios del hogar.

En el estilo loft existe tres mantras esenciales: contar con extensos ambientes sin divisiones, colocar énfasis en la gran cantidad de iluminación y realizar una decoración de reminiscencias fabriles. Es así como visualmente se integra todo, apelando a diseños en pisos, paredes, muebles y artefactos lumínicos dentro de la misma línea estética.

El loft nace de la recuperación de fábricas y galpones en desuso en la zona del Soho newyorkino por parte de jóvenes artistas, que iniciaron una apropiación del espacio con una doble función: vivir y trabajar. La moda de esta vanguardia artística hizo que se empezaran a construir nuevas edificaciones bajo estas pautas espaciales, componiendo grandes ambientes con desniveles, entrepisos y aberturas.

En la actualidad, una forma de remitir a este estilo en monoambientes amplios o en ambientes a reformar es a través de la decoración de las superficies con materiales a la vista: columnas, ladrillos, cemento, vigas de metal y cañerías, elementos que remiten a estos orígenes fabriles.
Otro elemento a tener en cuenta son los colores. Debemos basarnos en una gama fría que contenga principalmente tonalidades grises, azules y blancas. Esto debe ser combinado con la correcta iluminación artificial o natural, con el fin de ampliar los ambientes.

Las escaleras y los materiales utilizados en desniveles son también medulares dentro de este estilo decorativo. Al poseer una visión global sin interferencias desde cualquier punto del ambiente, estas uniones adquieren protagonismo decorativo. Escaleras en maderas nobles, hierro trabajado o distintos materiales combinados son ideales para comunicar los espacios.

Otros clásico de los lofts son los techos en altura y los amplios ventanales. Si los ambientes a modificar no cuentan con estas opciones, los colores claros dentro de la paleta indicada y la buena iluminación artificial a través de una garganta pueden suplir el efecto.

Una idea para amenizar el aspecto frío propio del estilo loft es combinarlo con detalles de un estilo más cálido, como el pop o el rústico, creando un contraste que revitaliza y reapropia el espacio según las personalidades de quienes lo habitan.
Para finalizar, se pueden generar sectores por el agrupamiento de muebles y la utilización de alguno de ellos para generar privacidad según la ocasión, como las bibliotecas móviles, los módulos, los cortinados y los paneles. Pero si se quiere mantener el espíritu del estilo, se recomienda no generar separaciones y dejar que se perciba la totalidad desde cualquier parte del hogar.

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