viernes, 15 de octubre de 2010

Renovar las paredes




Por el desgaste propio del paso del tiempo, las marcas debido al cambio de ubicación del mobiliario y accesorios, o simplemente por querer remodelar, las paredes necesitan cada tanto una renovación. Pintar, empapelar o revestir son las mejores opciones para revitalizarlas.

La pintura se marca, opaca o descascara, al igual que los revestimientos, mientras que el empapelado se daña, despega o decolora por el paso del tiempo y la utilización del hogar. Pero no hay que preocuparse, al contrario: es una excelente oportunidad para dar rienda suelta a nuestra creatividad y elegir cómo queremos vestir nuestras paredes esta vez.

La primera opción es la pintarlas. A través de distintas técnicas o materiales, como la pátina, el esponjeado o el trapeado, y el espatulado podemos lograr diferentes efectos. La pintura lisa, en un único color o la combinación de varios, brinda un acabado suave y limpio a la vista. Para ello se puede optar por pintura al agua o al aceite, en acabado mate, satinado o brillante, dependiendo del uso que se le vaya a dar al ambiente y el color a utilizar. Las pinturas lavables son ideales para hogares con chicos.

Las pátinas sobre la pintura otorgan un acabado diferente. Deben ser aplicadas como una última capa de color, y logran un efecto de transparencia y combinación entre la pintura base y la tonalidad propia de la pátina. Al igual que la pintura base, las pátinas son de composición acuosa u oleosa, con lo cual la combinación entre un elemento y otro debe ser agua-agua o aceite-aceite, nunca se deben cruzar bases.

Otros acabados son mediante las técnicas de trapeado y esponjado. Ambas consisten en realizar distintas texturas mediante adminículos y su forma de golpeado sobre la pared, utilizando un color de fondo y uno o más de superposición. También puede ser aplicado con un color únicamente, para lograr textura sin contraste de color.

Por último, el espatulado consiste en emplear una capa de enduido común sobre las superficies con una espátula, con el objetivo de lograr distintos relieves, que luego del secado serán pintados. También se puede tonalizar la mezcla antes de la aplicación. A diferencia de las otras terminaciones esta forma parte del proceso de preparación de la pared, previo al color.

Otra opción para renovar las paredes es a través del empapelado, que puede ser de un único diseño o una mezcla de varios. Cada ambiente puede poseer su diseño predefinido. Una nueva tendencia es combinar retazos y crear diseños únicos, lo que comúnmente en la indumentaria se conoce como “patchwork”.

El estarcido va en la misma línea, aportando a través de la pintura o la combinación con el papel, secuencias de diseño que se van repitiendo progresivamente en la pared. Esto se logra a través de cuadrados de diferentes papeles y/o stencils con los diseños que uno desee.

Los revestimientos pueden ser también escogidos para modificar las paredes, utilizando materiales naturales como la madera o la piedra, el acero inoxidable, las cerámicas y las venecitas, entre otros. La elección también depende del ambiente, lo más común es el acero y los cerámicos para las cocinas, las venecitas para los baños y aquellos como la madera o la piedra, que conceden más calidez, en los livings y las habitaciones.

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