viernes, 6 de agosto de 2010

Integrar la cocina



Con motivo de ganar espacio, generar una circulación más amplia o simplemente volver los ambientes más funcionales, en los últimos años se ha optado por integrar de diversas maneras eficientes la cocina al área del living comedor. Esta unión puede ser de manera diferenciada o en continuidad, lo importante es cumplir con unos mínimos requisitos para que la reforma sea lograda con éxito.
No es solo una cuestión de aprovechar los espacios cuando son reducidos, sino principalmente brindar mayor circulación en el hogar y complementar los ambientes que en otra época supieron estar separados. Optar por una cocina integrada es un gran desafío a la hora de refaccionar una casa, ya que implica diversas elecciones estilísticas para obtener un resultado óptimo.
De menor a mayor intervención, una elección interesante es crear un pasaplatos en una de las paredes linderas entre ambos ambientes, teniendo especial cuidado en cuanto a la arquitectura del lugar. Esta conexión puede tomar diversas formas, siendo las más utilizadas la arcada o la rectangular. Una manera de poder seleccionar cuándo conectar los espacios y cuando no, es colocar vidrios corredizos que permitan la visibilidad entre ambos ambientes, pero que a su vez impida el pasaje de aromas cuando se está cocinando o de sonidos si se quiere privacidad.
Si se quiere aventurar a una refacción más grande, se puede reemplazar la pared lindera por un murete a altura media, que actuará de única división entre ambos ambientes. La decoración puede ser de continuidad, respetando colores y materiales de paredes, pisos, muebles, etc., o contrastante, apostando por distintas gamas y texturas, creando el efecto visual de conservar los espacios diferenciados.
Otra iniciativa es colocar un murete compuesto por algún mueble a medida, de líneas puras y colores neutros, que permita ganar más espacio para la colocación de cajoneras o electrodomésticos ocultos a la vista desde el living comedor.
Por otra parte, del lado que da sobre el living, se pueden colocar dos banquetas a misma altura y utilizar esta barra como desayunador, así como complementar en altura con un copero.
La mayor intervención es la integración total, quedando la cocina sobre una o dos paredes del salón. En este caso se recomienda que sea en L, que la decoración sea de continuidad, y se puede optar por la colocación de una isla que permita una doble circulación, así como también tener mayor posibilidad de amoblamiento.
Un consejo indispensable: la colocación de un potente extractor sobre la cocina o calcular un buen acceso a ventilación, así evitamos que la integración de estos espacios haga que circulen por todo el hogar los diferentes aromas de la cocción.

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