viernes, 9 de julio de 2010

Pop decó



Mezcla de colores, formas y texturas que dan vida a los ambientes. El estilo pop en la decoración es muy utilizado por personas jóvenes que quieren darle un matiz alegre y desenfadado a sus hogares, retomando las creaciones del pop art en clave moderna.
Colores brillantes y llamativos se conjugan con diferentes tipos de formas geométricas y temáticas, cerrando la idea con imágenes alusivas al pop art en cuadros o diferentes objetos de decoración. El estilo pop es por definición sobrecargado, pero al modernizarlo se puede optar por conjugar algunos detalles pop sobre fondos más bien sobrios y minimalistas.
Para este toque pop en un ambiente de colores fríos y formas simples, se puede optar por cuadros con reproducciones de las obras de Andy Warhol o los comics de Roy Lichtenstein, también afiches de películas clásicas de la época, como Barbarella, La naranja mecánica o Los caballeros las prefieren rubias. Se suman tapas de la discografía de ese período, por ejemplo el disco de The Velvet Underground and Nico: Andy Warhol.
Otra forma de sumar el estilo pop es a través de objetos decorativos estampados con formas geométricas (rayas, cuadrados, círculos), colores brillantes o flores. Incluso también se consiguen artículos impresos con ilustraciones alusivas a las obras más reconocidas del pop art aggiornadas (imágenes de productos comerciales icónicos o ilustraciones de gran variedad de famosos a cuatro colores).
Si se opta por transformar el ambiente íntegro a este estilo, se pueden tapizar los sillones con telas coloridas, complementando con almohadones forrados en telas de estampas contrarias (combinaciones como rayado – círculos o flores – rectángulos); empapelar o pintar las paredes con colores plenos y vibrantes, contrastando con zócalos y detalles en colores opuestos; y recuperar artículos de época (lámparas de lava, teléfonos de disco, juegos de vajilla, incluso electrodomésticos retro como heladeras y televisores que continúan funcionando).
También se puede colocar una alfombra de pelos largos en el centro de la sala, complementando con puffs y muebles bajos de distintos colores; en la habitación se puede apelar a juegos de acolchado y fundas en distintas combinaciones; y la sala de baño puede estar decorada con burbujas en tonos vibrantes presentes en la cortina y los azulejos.
La meta es crear un estilo psicodélico y atrevido, sin caer en la estridencia, que llene de frescura y energía el hogar. Revivir la decoración de los años ’60 y ’70, a través de la obtención de artículos de decoración en ferias y la recuperación de objetos de nuestros familiares, y combinarla con líneas y formas actuales que brinden un marco de simpleza a un estilo recargado.

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