viernes, 12 de noviembre de 2010

Un nuevo integrante en la familia



La decoración y el armado del cuarto destinado al bebé, que servirá desde recién nacido hasta los tres años aproximadamente, debe tener en cuenta ciertas pautas para el buen cuidado del niño, a la vez que permita que se sienta cómodo y pueda desarrollarse en el espacio. No hay que esperar hasta el último momento para confeccionarlo: entre el tercero y el quinto mes de embarazo se está en la etapa ideal de jugar con la imaginación.

Quitando ciertos mitos de lado, no es necesario saber el sexo del bebé para decorar su habitación, así como tampoco es un requisito disponer de gran cantidad de elementos para su diseño. Lo fundamental a tener en cuenta son los materiales, la ventilación, la iluminación y la amplitud del ambiente, ya que será el lugar donde el bebé experimentará por primera vez el mundo.

Primero, el diseño de la luz debe contemplar el uso de dos tipos de iluminación: un artefacto que brinde iluminación general, y un segundo artefacto con un foco más tenue y cálido servirá para atender las necesidades del niño sin despertarlo o estimularlo. La luz natural también debe ser planificada, controlando el ingreso de la misma en el sueño diurno.

Por otra parte, el mobiliario de la habitación debe ser de líneas suaves y curvas, con protecciones para cuando el bebé empiece a desplazarse por el espacio. La cuna, el cambiador, el armario y el baúl para los juguetes son las piezas claves que no deben faltar en el espacio, sumándose un silloncito o las renovadas mecedoras para alimentar al bebé de manera cómoda. Todo lo que necesite el niño debe estar a mano en el mismo cuarto.

Los colores y diseños en la habitación deben estimular los sentidos sin ser agresivos, a la vez que deben acompañar el crecimiento del infante. Para ellos se imponen los colores claros, las tonalidades pasteles y los diseños de personajes de cuentos, series, películas o dibujos animados. Pintar animales, arboles, jardines, cielos y arcoíris en las paredes, diseñar una rayuela o una pista de autos en el piso, llenar de estrellas el techo, son opciones que podemos tener en cuenta.

Los materiales de los objetos de decoración y tapicería, además del colchón, almohadas, acolchado y sábanas, deben poseer la cualidad de no retener polvo, para evitar alergias en el bebé, a la vez que no deben ser confeccionados por procedimientos que puedan volverlos tóxicos. Hay que tener en cuenta, además, que estos espacios deben permitir una fácil limpieza, por ello también se aconseja no sobrecargar el ambiente de elementos.

Un ambiente amplio, bien ventilado, decorado de manera amena y que invite a la experimentación, hará que el bebé no sólo se sienta cómodo, sino que crezca sano, se desarrolle jugando y la familia entera disfrute de estar en este cuarto.

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