miércoles, 26 de agosto de 2009

Estilo Oriental


El estilo oriental, como en la vestimenta, música y aspectos culinarios, es un reflejo de la asimilación de la cultura China y Japonesa en la nuestra.
Los muebles clásicos, a los cuales se les añadió con frecuencia motivos de tipo oriental, resultaron así adaptados a las necesidades y gustos occidentales.
Este estilo se caracteriza por ser elegante y sofisticado, adaptando objetos y complementos tradicionales de la cultura oriental con nuestra arquitectura y forma de vida.
El estilo oriental también puede adaptarse a casas modernas. Para crear una ambientación correcta se debe elegir muebles y complementos como los que les detallo a continuación, reproduciendo en parte la forma de vida de esta milenaria cultura en composición con nuestras propias necesidades de búsqueda de sencillez y bienestar.

Sugerencias para lograr el efecto apropiado:

• Sillones y camastros. Pueden ser de madera tallada con los cojines forrados en telas de flores o lisas pero siempre de colores estridentes. Otra opción es el ratán o la adaptación criolla que es el mimbre y la caña. No importa el diseño sino que inviten a un reposo confortable.

• Mesas. Pueden ser de bronce o madera. Se prefieren las bajas, en donde está lícitamente permitido no sólo servir el té, sino también una romántica cena.

• Ventanas: deben ser vestidas utilizando esterillas de bambú como persiana y finos géneros de color claro como cortinas (siempre en estilo romano). Los complementos serán candelabros, elegantes lámparas de mesa y platos de porcelana.

• Biombos. Definen inconfundiblemente el estilo oriental como accesorios para dividir la privacidad de los ambientes y a la vez decorar. Pueden fabricarse en madera tallada, telas o bien pinturas al óleo.

• Accesorios. Pueden ser vasijas de líneas sencillas, pinturas a la tinta china con motivos de pictogramas. También peceras incrustadas en la pared y bonsáis caracterizan este estilo.

• Mantelería. Debe ser de colores sobrios como el verde botella, verde jade y vino. En contraste, la vajilla debe ser blanca o de tonos suaves y siempre lisa. No olvidar de decorar cada mesa con una flor natural (nunca de plástico).

• Colores. La familia de los ocres, verdes, marrones oscuros y negros, etc. como base para paredes y pisos. Como contraste, cortinas, tapizados, almohadones, tapetes y sábanas en colores fuertes como la gama del bordeaux, rojos, violetas, azules y anaranjados intensos.

• Iluminación. Debe ser baja o difusa, ya que este estilo es elegante y cálido. Por tanto, se recomienda emplear iluminación en tonos ámbar y en poca cantidad. Las velas además aportan un toque sensual y según las que se elijan, una suave fragancia en el ambiente.

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