domingo, 17 de enero de 2010

La fuerza del estilo despojado



Sin lugar a dudas, una de las líneas del diseño que más ha trascendido en los últimos años es la sobriedad y el llamado “estilo despojado”, dentro del cual el minimalismo es su expresión extrema. Este estilo se caracteriza por la creación de una atmósfera moderna, fresca y tranquila, por medio de espacios amplios, mobiliario ligero, materiales como el cristal o el metal cromado. Los colores lisos y las combinaciones cromáticas que buscan el contraste permanente entre fondo y forma aportan un toque divertido y aire juvenil a cada espacio. Todo esto genera una sensación de orden y amplitud a nuestro hogar.
Debemos considerar que la originalidad y fuerza visual de estos elementos estén en concordancia con el estilo decorativo empleado en el ambiente específico y el de toda la casa.
Conscientes de que corremos el riesgo de pasar la raya para el otro extremo (minimalismo absoluto), debemos tener en cuenta que para que nuestro hogar no resulte excesivamente frío, será necesario combinar algunos elementos para añadirle confort. Así aunque los materiales industriales y las formas rectas predominen, debemos pensar en establecer un equilibrio entre ellos y combinarlos con otros elementos más “cálidos”.

A continuación, podemos pensar este estilo en base a ejemplos decorativos que destacan por su simplicidad y carácter contemporáneo, y que pueden ser útiles a la hora de querer reformular o decorar nuevamente determinados ambientes. En este caso, un living.
Los departamentos pequeños son los más apropiados y en los que se impone,por razones de espacio, adoptar una decoración que siga las tendencias más funcionalistas y despojadas. En el mercado existe gran cantidad de muebles (principalmente modulares) que fácilmente se adaptan a la disponibilidad de espacio de cada ambiente. Si los metros no abundan, podemos optar por un confortable living con una mesa ratona, alrededor de la cual pondremos puffs o sillas. Esta hará las veces de comedor y así ganaremos aire en la sala. Observemos el resultado final y nuevamente eliminemos todo lo que no sea estrictamente necesario; es fácil: no siempre usamos tanta vajilla ni es necesario decorar con tantos objetos. Los recuerdos de los viajes o souvenirs de las repisas los dejaremos para otro espacio de la casa.
Algunos consejos finales para terminar de definir y crear estos espacios:

Iluminación. La luz es el elemento fundamental para incorporar modernidad a esta decoración; además quitar el exceso de muebles permitirá el paso lumínico de pared a pared, eliminando sombras o puntos oscuros de la sala. Si el ambiente no cuenta con ventanas amplias, utilicemos lámparas de pie y distintos spots, siempre con luz fría (blanca) y directa hacia paredes o muebles.

Los colores fríos tanto en paredes como en tapizados ayudan a dar una sensación de mayor amplitud y de limpieza. Para los tapizados y muebles, preferir el blanco combinado solamente con otro color o bien crear un cuarto monocromático. Es conveniente que las paredes se mantengan libres de cuadros u objetos colgados.

No abusar de los objetos decorativos ni de la variedad de estilos. Para estos objetos y muebles, preferir materiales como vidrio transparente y opaco blanco o metal cromado. De utilizar madera, que sea del color más claro posible.

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