domingo, 15 de noviembre de 2009

Platos y recuerdos en un nuevo espacio



Los platos, como fuente de recurso decorativo que nos vuelve a transportar a otras épocas con sólo mirarlos, pueden ser una buena excusa para cambiar un sector de la casa olvidado o sin carácter. A continuación, una breve lista de opciones para cambiar un recibidor, pasillo, alto de chimenea o cualquier otro rincón utilizando distintas piezas de vajilla o platos souvenirs que hayamos traído de distintos lugares. Platos en la pared, detalles de sofisticación y originalidad que pueden lograrse según el estilo que más les guste.

Para no necesitar con un gran presupuesto para este cambio, podemos buscar entre la vajilla de la abuela o de nuestras madres. Seguramente allí encontraremos piezas olvidadas que nos transportan a épocas de grandes reuniones familiares. Otra opción son los mercados donde venden piezas antiguas, hermosísimas de juegos discontinuos a precios irrisorios. Todo vale a la hora de dar rienda suelta a la imaginación y crear un espacio que llamará la atención de todos, allí donde ahora hay una pared desnuda. Esto se llama: revalorizar espacios: manos a la obra.

EL NUEVO RÚSTICO
Varios modelos de platos rústicos de estilo provence se encuentran hoy en el mercado. Podemos encontrar la imitación de las piezas antiguas en cualquier bazar, o bien buscaremos en los vajilleros de nuestras abuelas o madres. La clave es elegirlos iguales (en diseño y color) para crear unidad y de aire vintage, que denoten el paso del tiempo. Pueden acompañarse debajo con un mueble pequeño de cajones o una mesa de madera decapada y rústica a la cual una pátina envejecedora le daría un toque dramático y original. Un extra: Aplicar los platos de distintos tamaños alrededor o en un lateral de un espejo con marco antiguo.

PLATOS QUE SON OBRAS DE ARTE
Un recurso clásico que hoy recobra protagonismo es tratar a la vajilla especial como verdaderas piezas de arte. Muchas familias atesoran piezas pedidas de viejos juegos que pertenecieron a bisabuelas o abuelas, traídas de Europa en su viaje inmigratorio. Colgar y tratar a cada pieza de vajilla como una obra de arte –ya que algunas decididamente lo son- nos permite crear composiciones dinámicas, diferentes, singulares. Sencillo y chic, se puede empapelar el panel del fondo con un papel sofisticado para dar un acabado de lujo. Un extra: La vajilla de porcelana con filo dorado e iniciales es la más sofisticada, y aporta un motivo particularmente familiar si estas iniciales pertenecieron a miembros de la familia.

INSPIRADOS EN ORIENTE Indescriptible es la variedad de opciones y de precios que se encuentran hoy en el mercado en cuanto a vajilla oriental. Les aconsejo aquella con fondo de motivos vegetales (como bambú o flores de cerezo). Colocar los platos de manera simétrica, compensando la diferencia de sus tamaños. Un extra: Para completar el equipo, podemos elegir como fondo un papel pintado modelo oriental que armonice con los dibujos esquemáticos de tema botánico de los platos. Agregar según el espacio una pequeña mesita con una bandeja, en la que se pueda exhibir el juego de té, servilletas de seda o un jarrón con una orquídea de seda.

PURO BRITISH STYLE Delicada y femenina, así es el espíritu que marca una pequeña colección de platos de aire liberty, decorados con románticos motivos florales en tonos pastel sobre una pared blanca. Completa el ambiente si debajo de la elaborada loza inglesa colocamos un sillón del mismo estilo con estructura de madera lavada y tapicería en terciopelo contrastante y un tapete debajo.

MODERNO Y POP Centrando la atención en un solo punto, y partiendo de un plato de vidrio o de cerámica modernista de colores primarios, daremos un espíritu pop al rincón elegido. El secreto es hacer que una de las piezas destaque por su color entre el conjunto para dar dinamismo a una composición simétrica. Un extra: platos azules y rojos decorados con motivos lineales que se pueden encontrar en cualquier bazar moderno. Si debajo ponemos un dressoir en madera wengue, podemos incluir algunos jarrones con flores, o una pareja de cuencos de color blanco o negro.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Diez pasos para elegir nuestro juego de jardín



Antes de elegir los muebles del jardín o de la terraza, hay una serie de cuestiones a tener en cuenta para acertar la compra o redecorar este lugar tan preciado en la época de calor.

1. Ante todo, hay que planificar bien el espacio exterior, ya sea del jardín, la terraza o el balcón. Antes de comprar alguna pieza que componga el conjunto de comedor, es recomendable pensar cuántas personas van a utilizarlo, con qué frecuencia y para qué finalidad.

2. Si no se cuenta con demasiado espacio como para hacer un living de descanso y un comedor, es ideal colocar únicamente una zona de comedor, que también puede funcionar como lugar de reuniones. Si por el contrario, tenemos un jardín de grandes dimensiones, el comedor se puede completar con una zona de relax compuesta por puff, hamacas, sofás, chaises longues y mesitas bajas.

3. Las premisas de la decoración exterior deben ser similares a las de cualquier comedor interior. En función del espacio, utilizaremos un mayor o menor número de elementos. No vale la pena sobrecargar espacios que son importantes para el descanso visual. Busquemos la funcionalidad de cada objeto y mueble que incorporemos.

4. Es aconsejable, en caso de poder elegir, ubicar el comedor hacia el sur y, a ser posible, bajo techo, ya que el sol no caerá tan directamente y el techo impedirá que los rayos incidan en la zona cuando la luz sea más vertical. Si además se complementa con plantas, nuestro espacio ganará frescura y humedad. Pero cuidado que estos factores juegan en contra a la hora del cuidado de los muebles. En lugares húmedos o con sombra debemos cuidar siempre que los muebles no se llenen de hongos.

5. Los muebles tienen que estar bien pensados y organizados para sacarle el máximo partido al balcón, deck o al jardín y para aprovechar el espacio en la mayor medida posible. Si tenemos que elegir entre incorporar muebles o macetas, debemos elegir estas últimas, ya que el exceso de mobiliario no siempre es sinónimo de mayor aprovechamiento.

6. Para aprovechar mejor los metros cuadrados, podemos recurrir a mesas y sillas plegables, apilables o modulares, que ofrecen una gran versatilidad.

7. Es recomendable recurrir a piezas resistentes a todo tipo de agentes atmosféricos, a rayaduras y manchas, al cloro y a la sal marina. Los materiales más utilizados, por su belleza y resistencia, suelen ser la madera, el cristal y la piedra para las mesas, el acero inoxidable y el aluminio para las estructuras, y el plástico, la madera o las mallas sintéticas para el cuerpo de las sillas.

8. El mobiliario que viste el jardín o el balcón tiene que ir en consonancia con el estilo general de la casa, ya que se puede ver desde el interior y es a la vista una extensión visual de las salas que lo rodean.

9. En cuanto a iluminación, es preferible utilizar lámparas altas con ventiladores, siempre que el mobiliario esté bajo techo, halógenas que incidan directamente en la mesa o apliques que, a pesar del escaso tamaño, tienen mucha potencia lumínica. Las velas generan una atmósfera especial para la noche, como también las antorchas de citrón, que cumplen a su vez la finalidad de espantar insectos.

10. Para poder crear un paisaje armónico, tengamos en cuenta el color del mobiliario y de los accesorios que lo acompañan. Si el jardín está situado en una zona cálida, es preferible usar muebles de maderas claras o con pátinas en blanco-marfil, mientras que para las zonas de mucha vegetación o con vistas a las copas de los árboles, en las que suele primar el color verde, debemos recurrir a maderas más oscuras (tipo wengue, tan de moda). Para los primeros, podemos combinar en los almohadones géneros coloridos y estridentes. Para los oscuros, es preferible un buen género blanco.